Estás en el auto, las nubes entre colores lúgubres se forman y pensás ¨Como siempre, apenas llueve las calles se inundan qué bárbaro ¨, un suspiro fuerte y no podés evitar la tentacion de tomar un café.

Ves en medio de una peatonal en la ciudad de Luque, un pequeño cartel en forma de taza con la palabra CAFÉ y la lluvia comienza a caer. El sonido de las gotas de agua golpeando el suelo y las hojas de los árboles te envuelve en un ambiente de calma y tranquilidad. De repente, tenés una idea brillante: combinar la lluvia, el café y un poco de creatividad.

Pedís una taza de café y te sentás en una mesa cerca de la ventana. Comenzás a hojear tu libro favorito, pero tu mente está en otro lugar. Entonces, sacás tu cuaderno y empezás a escribir. Esa lluvia inspiradora ha despertado tu creatividad y te sentís listo para crear algo nuevo y emocionante.

La música instrumental suave se reproduce en el fondo, mientras tu pluma va tomando forma. Cada palabra que escribís es una pequeña gota de lluvia en tu creación, formando un todo coherente. Mirás por la ventana y la lluvia sigue cayendo, casi como si fuera tu musa personal.

Mientras escribís, podés sentir como el ambiente a tu alrededor se vuelve más intenso. La lluvia y la música se mezclan para crear una sinfonía perfecta que te envuelve. El aroma del café se mezcla con el olor fresco de la lluvia, creando una experiencia sensorial única.

Tu creatividad fluye sin obstáculos mientras trabajás en tu proyecto, ya sea escribir una historia, componer una canción o crear una obra de arte. Cada palabra, nota o trazo es una manifestación de la lluvia que te inspiró.

Finalmente, te das cuenta de que ha pasado mucho tiempo y es hora de irte. Pero sentís que has creado algo especial y único. Mientras salís de la peatonal del café, la lluvia sigue cayendo y te sentís agradecido por esa experiencia tan especial que has tenido…

Cuando cambiás la forma de ver las cosas, las cosas que ves… Cambian